Leído por ahí:
Cosas que pasan, o lo que algunos escriben y me gustaría haberlo escrito yo.
La fortaleza militar que debió defender la casa de los Mendoza, pero que se construyó donde no debía
El castillo de Pioz
prometía defensa y refugio a la familia Mendoza, pero se erigió en el lugar
equivocado al encontrarse lejos de cualquier batalla acontecida
César Sánchez Gómez 10 nov. 2025 - 04:30
En mitad de la Alcarria, una meseta presenta una construcción que llamaría la atención de cualquiera. Está ahí, desamparada y sin alzar la voz. Sus piedras de sillar conforman su evidente forma de castillo y resultaría lógico pensar que protagonizó un buen número de historias, las cuales describen su importancia en el pasado.
Con planta cuadrada, se presenta poderoso elevando sus torres visibles desde la lejanía. Muros imponentes dotan a la fortaleza de un carácter defensivo ineludible y su conservación le dota del calificativo de inexpugnable. Este conjunto responde como castillo de Pioz y se presenta en medio de la llanura alcarreña por el proyecto desarrollado en el siglo XV por la casa de los Mendoza.
Su arquitectura se basó en el estilo de los castillos-palacio que eran populares en la Italia de la época. Una vez finalizada la obra, estaba destinada a servir de refugio defensivo de la familia, pero las batallas se libraron muy lejos de sus muros. Concebida para defender, nunca cumplió tal propósito, pero podría volver a la vida gracias a una dotación de 250.000 euros, que pretender rehabilitar y visibilizar el espacio.
Un proyecto abandonado
Plano aéreo del castillo de Pioz La fecha de construcción del castillo no queda aclarada con rigor por ninguna fuente, pero coinciden en situarla a finales del siglo XV. Pioz formaba parte de los territorios del Común de la Villa de Guadalajara y en 1430 su potestad pasaría a la familia Mendoza. Por entonces ya eran más que nobles, la casa Mendoza participaba en decisiones políticas, así como estrategias del periodo de Reconquista por su formación letrada y militar.
El conjunto de los territorios pasó al amparo del marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza, pero la idea del castillo llegaría con su hijo, el cardenal Pedro González de Mendoza. La herencia recibida en 1458 sembraría la idea de construir un castillo-palacio a la italiana, que sirviera de refugio defensivo y residencia a la casa Mendoza.
A cargo de los planos del diseño estuvo el arquitecto Lorenzo Vázquez, pero metidos de lleno en la construcción, el futuro castillo cambió de manos. Con la obra en marcha, Pedro González de Mendoza puso el ojo sobre el castillo de Maqueda (Toledo), propiedad de la familia Gómez de Ciudad Real. El cardenal propuso un cambio a Álvar Gómez de Ciudad Real que terminaría por realizarse, ya que el castillo de Maqueda tan solo necesitaba un lavado de cara.
De tal manera, Álvar Gómez se convirtió en señor de Pioz, recibiendo a su vez Pozo de Guadalajara y Yélamos, por lo que serían los Gómez de Ciudad Real los encargados de finalizar el castillo de Pioz. La fortificación se terminó, pero su condición como lugar defensivo nunca cumplió con tales planes.
Los nuevos propietarios lo destinaron a residencia, pero el poder asentado en Guadalajara pronto condenó al olvido a la fortaleza. De unas manos a otras, finalmente pasó a propiedad particular tras la desamortización de 1883 y definitivamente al Ayuntamiento en 1998.
Una nueva vida
Esta semana, el alcalde de Pioz, Manuel López, ha hecho pública la dotación de 250.000 euros de subvención para rehabilitar el castillo de sus ruinas. Con otros 50.000 euros del Ayuntamiento, se cuenta con una inversión de 300.000 euros que pretender convertir al de Pioz en un castillo visitable en «un paso decisivo para recuperar un patrimonio histórico que ha estado demasiado tiempo olvidado», declaraba el alcalde.
Según ha explicado, la mejoría de la situación económica municipal, tras años de esfuerzo para reducir la deuda, ha permitido al Consistorio «mirar al futuro y priorizar inversiones de valor estratégico como la recuperación del castillo».
En primer lugar, se consolidarán los muros presentes y a partir de ahí dará comienzo una dinamización dirigida a su visita turística. «Queremos que el castillo sea visitable, que acoja eventos culturales, empresariales y presentaciones, y que se convierta en un referente no solo para Pioz, sino para toda la comarca», ha afirmado.
«Nuestro objetivo es que el castillo de Pioz vuelva a ser un símbolo de orgullo para nuestros vecinos y un motor de desarrollo para el municipio», ha concluido.
De EL DEBATE

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