sábado, 9 de diciembre de 2023

Un estudio revela cómo las gigantescas dimensiones del Castillo soriano de Gormaz lo hacían insostenible.

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Cosas que pasan, o lo que algunos escriben y me gustaría haberlo escrito yo.

Un estudio revela cómo las gigantescas dimensiones del Castillo Soriano de Gormaz lo hacían insostenible Cultura

By Heberto Corrales Domínquez

noviembre 27, 2023

Era una fortaleza tan grande -sus murallas se extendían a lo largo de 1,2 kilómetros y estaban flanqueadas por 28 grandes torres- que sus habitantes decidieron en el siglo XIV construir un castillo más pequeño en su interior, ya que no podían cubrir toda la zona defensiva. La sorprendente fortaleza de Gormaz, la mayor de las fortalezas construidas en Europa en el siglo X, ha sido objeto del estudio de los expertos Manuel Ángel Hervás (arqueólogos de Baraka) y Manuel Retuerce (Universidad Complutense de Madrid), que participaron en el estudio. La intervención arqueológica de 2022 en el patio de armas de la Fortaleza de Gormaz, publicados en la revista Mantua, han descubierto aspectos completamente desconocidos de esta masa de piedra, que fue construida por el califa Abd al-Rahman III. Fue construido para defender la frontera norte de Al-Andalus. Por ejemplo, descubrieron que a pesar de estar construida sobre una colina empinada de 130 metros de altura, las defensas eran sumamente complicadas dadas sus gigantescas dimensiones. Como en su interior se necesitaban numerosas tropas para cubrir todo el perímetro, fue tomada uno a uno por cristianos y andaluces. Las excavaciones también permitieron descubrir numerosos objetos militares y de la vida cotidiana de los sucesivos habitantes, entre ellos monedas cristianas medievales, un bergantín (coraza) del siglo XIV o XV y cerámica islámica.

El impresionante edificio militar de Gormaz se alza sobre una colina larga y estrecha. Por su altura, el río Duero se puede distinguir al sur, oeste y norte. Gracias a su excepcional ubicación, en un día despejado se puede divisar a lo lejos toda la comarca, incluido el Moncayo, los Picos de Urbión y el sistema central. Se construyó sobre las primeras fortificaciones imperiales de tierra y se convirtió en “cabeza de puente” y epicentro de la defensa fronteriza contra los florecientes reinos de Navarra y Castilla. Se caracteriza esencialmente por su particular configuración, que se adapta precisamente a la abrupta topografía irregular del cerro. Puede visitarse -conserva la ciudadela, torres, puertas del Califato y murallas de más de 10 metros de altura- y a sus pies se encuentra un pequeño centro de interpretación del románico, ya que toda esta parte de la provincia de Soria cuenta con numerosas iglesias de esta período. histórico.

Puerta califal de la fortaleza, al fondo la llanura del Duero (Ana Núñez Agudo)

Experimentó uno de sus mayores apogeos bajo el califa Al-Hakam II (915-976). Pero entre 940 y 965 fue ocupada por los cristianos, que luego la perdieron ante las tropas musulmanas del general Galib. En 1047 fue nuevamente conquistada por Fernando I de Castilla. Su primer director fue Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador (1081). En el siglo XIV, debido a las guerras civiles entre Pedro I y sus hermanos, se reforzaron diversas zonas y se añadieron almenas prismáticas. Se convirtió en cárcel de los Reyes Católicos.

El año pasado, los arqueólogos analizaron 114 metros cuadrados de su superficie, hundiéndose hasta 1,91 metros en la parte central de la fortaleza, la zona entre el patio de armas y la fortaleza. Los resultados han confirmado tanto la fase constructiva de tierra emiratal como la fase califal de mampostería y sillar, así como una tercera fase que se extiende dentro de la fortaleza y que corresponde a otro castillo más pequeño y cuadrado construido por los cristianos.

 “La nueva intervención arqueológica ha documentado cambios significativos en la estructura defensiva del conjunto que se produjeron en el contexto de las guerras civiles castellanas del siglo XIV”, afirma el estudio. “Estas reformas son legibles no sólo dentro del área excavada sino también en los restos de la muralla circundante, ya que se han identificado varias reformas, tanto en el sistema de acceso al interior de la fortaleza desde el sur como en la distribución interna. el sector central, con nuevos edificios defensivos intramuros y con una gran torre interior”, explica Manuel Retuerce.

Todos estos edificios forman un cuadrilátero de unos 60 metros de largo y unos 30 metros de ancho con dos torres, una al sureste y otra al noreste, “lo que subraya su función defensiva”. Una pared cerraba toda la habitación. «Como hipótesis de trabajo a comprobar en futuras intervenciones, planteamos la posibilidad de que estas estructuras correspondan a defensas interiores, a modo de atajos construidos en el siglo XIV para facilitar la defensa de la plaza durante una de las guerras civiles libradas en aquella época». Es posible que las tropas estacionadas en el interior no fueran lo suficientemente numerosas como para asegurar por sí solas la defensa de todo el perímetro amurallado y que, por tanto, se tomara la decisión de sectorizar el espacio intramuros a través de recintos defensivos internos de menor tamaño”, explica Retuerce.

Además, durante las excavaciones, los arqueólogos encontraron, entre otras cosas, el borde de una urna celtíbera -que atestigua dos mil años de asentamiento en el cerro-, un ataifor (plato) de la época califal, cazuelas y una moneda acuñada en el época de Fernando IV (1295-1312), en Cuenca, otro de Alfonso, tapas, regaderas, cántaros, cántaros y cuencos de la cultura cristiana (siglos XIII y XIV), además de flechas de ballesta, clavos, alfileres y planchas de hierro. Además de todos estos materiales, como señalan los expertos, se recuperaron dos paneles de un bergantín datados entre los siglos XIV y XV.


De las 393 piezas cerámicas inventariadas, la gran mayoría (305, el 77,6% del total) presentan una cronología bajomedieval del siglo XIV o XV. Antes de este periodo, cinco fragmentos de la Edad del Bronce (1,27%), un fragmento de la Edad del Hierro (0,25%), 24 fragmentos celtibéricos (6,10%), un fragmento de la Edad del Hierro Terra Sigillata Hispanos (0,25%), otro posiblemente de época visigoda (0,25%), 13 andaluces y 43 de los siglos XIII y XIV.

En resumen, el estudio concluye que se ha podido documentar dentro de la fortaleza «la fachada oriental de un gran edificio defensivo construido en el siglo XIV dentro de los muros del conjunto islámico precedente como abreviatura o sectorización de este último, y de Hasta ahora no hay evidencia de esto”. Dado que el castillo era tan grande, sus residentes pensaron que estaría mejor defendido con un castillo más pequeño. Y lograron el objetivo. Nadie lo devolvió.

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