Defensa vende el Fuerte Santa Elena en Huesca por 200.000 euros
200.000 euros. Ese ha sido el precio que ha obtenido el Ministerio de Defensa por el Fuerte de Santa Elena en Biescas, Huesca.
21/02/2014
«Este activo tan singular, catalogado por el Gobierno
de Aragón como Bien de Interés Cultural (BIC) llevaba en venta cinco
años.
Un
inversor privado, Corporación Aragonesa Grupo Octopus, se ha impuesto en la segunda subasta con una
oferta de 201.102 euros. El precio mínimo de venta era de 230.136 euros en
primera subasta y de 195.616 euros (un 15% de rebaja). El comprador
no sólo adquiere la fortaleza, también los casi 37.000 metros cuadrados de
terreno que la rodean.
Se
trata de una finca rústica, con calificación y clasificación
del suelo como no urbanizable, situada en la carretera de
Biescas a Panticosa, a 34 de Jaca y a los pies del río Gállego. El Ministerio de Defensa
ofrecía el inmueble en internet, a través de la web addmeet, portal al que ha recurrido la cartera
que dirige Pedro Morenés para dar a conocer losactivos inmobiliarios que tiene actualmente en venta el ministerio
como solares, locales o instalaciones militares en desuso.
En
el anuncio, Defensa explicaba que "se contempla la posibilidad de la
realización de diversas actividades económicas de carácter compatible ya sea un
camping o campamentos organizados" y destacaba la "ubicación
ideal de la fortaleza para un hotel rural en un edificio
histórico".
El
Fuerte de Santa Elena no es el más emblemático, ni el más caro ni el mejor
ubicado de los más de 8.000 activos
inmobiliarios que
el Ministerio de Defensa tiene previsto vender dentro del marco de la
reforma de la Administración Pública del Gobierno, que afecta a unos
15.000 inmuebles. Pero sí es uno de los activos en venta más
llamativos.
Fue
construido en época de Felipe II al temer un inminente ataque del ejército
francés y fue ampliado por Carlos III. Hasta hace tan sólo siglo y medio
servía como punto de defensa para evitar incursiones desde el norte –está
situado muy próximo a la frontera francesa–. De hecho, en 1808 fue destruido parcialmente durante la invasión napoleónica de la
Península y fue reconstruido entre 1884 y 1889. En la actualidad se
encontraba totalmente abandonado.
La fortaleza se halla ubicada en un enclave muy
visitado por senderistas ya que, además de esta construcción, en el
risco donde se localiza hay otros dos reclamos turísticos como la ermita
de Santa Elena, del siglo XII y un dolmen prehistórico, también catalogados
como BIC.
En
2008, el Ayuntamiento de Biescas se interesó por la oferta de Defensa y
presentó una propuesta de compra por casi 130.000 euros, pero la operación no
prosperó, según informa pirineodigital.com. No obstante, según este
diario, el consistorio ha invertido en la zona para su adecuación y
conservación, ya que, además de la fortaleza, la ermita de Santa Elena y el
dolmen prehistórico, se encuentra una vía férrea. Cinco años después, el Fuerte
de Santa Elena pasará a manos privadas, ya que el Ayuntamiento no ha
podido participar en la subasta al carecer de fondos para ello».
El Ministerio de Defensa, al igual que la Iglesia Católica, tiene muy complicada la gestión y mantenimiento de todo su patrimonio, mucho de ello abandonado, sin uso concreto. Más vale dar una salida a tanta piedra vieja, de manera honrosa y tutelada, hacia un uso digno, bien por parte de un particular o de algún organismo público.
Por lo tanto, ni me alegro ni me disgusto por el asunto, sólo desear respeto al edificio y su historia, y también al entorno.
Las autoridades competentes, ojo avizor a lo que allí se haga, que no sea ni más ni menos de lo estrictamente necesario. Que nada de lo que allí se ejecute sea un chirrido para nuestros ojos y nuestra memoria.