Nombre: CASTILLO DE BULLAS
D.O: BULLAS
Bodega: COOPERATIVA AGROVINÍCOLA NTRA.SRA. DEL
ROSARIO
Dirección: Avda, de la Libertad s/n
BULLAS, MURCIA
Email: fpa@bodegasdelrosario.com
Web: http://www.bodegasdelrosario.es
Tipo: TINTO
Variedad: MONASTRELL
Año:
Tratamiento:
Graduación:
12’5%
Vol.
Descripción de la etiqueta:
Como en otras muchas, no hay nada destacable que no sea el nombre, Castillo de Bullas, bajo un escudo que no es el del pueblo. Más abajo la variedad de uva y la denominación de origen.
La contra etiqueta dice menos aún, que por no decir no dice ni la bodega.
Podían haberse estirado un poco más.
Sobre la recurrencia:
Tiene Bullas un castillo, o más correctamente dos. O mejor aún, tiene escasos restos de dos. Lo aclaro.
Como tierra de frontera que fue desde la Alta Edad Media, nos han llegado dos núcleos fortificados: uno en el Castellar —ruinas de un baluarte árabe del siglo XII—, y otro en la población de Bullas, en donde debió existir un pequeño núcleo andalusí con su castillo. He de entender que el nombre del vino se refiere a este castillo urbano. Y en él me centro.
Poco sabemos de él, que es de origen árabe es seguro, y a partir de su conquista por los cristianos, todo su devenir ha ido paralelo al de la población. Los poquísimos restos que nos han llegado están adosados a una vivienda de la calle Peseta; pertenecen a una de las cuatro torres que tuvo en cada una de sus esquinas, construidas en mampostería con mortero de cal y tapial.
Y queda tan poco del castillo porque parte de sus estructuras se integraron en nuevas edificaciones o sus piedras fueron reutilizadas en la construcción de casas del pueblo a lo largo de los siglos XVII y XVIII.
Mi reconocimiento pues a los bodegueros por perpetuar, aunque sólo sea en la etiqueta de una botella, el nombre del castillo de su pueblo. Una manera de alargar la vida de aquella fortaleza.
Otras cuestiones a considerar:
Bullas es una denominación de origen joven, de 1994, que comprende varios pueblos de la comarca del Noroeste de la provincia de Murcia y que tiene como centro a la localidad, cómo no, de Bullas.
Esta población que perteneció a la taifa de Murcia, y donada en 1254 a Mula por Alfonso X; poco después el mismo Alfonso y Jaime I acuerdan entregársela a la Orden del Temple que la pierde en 1285 en favor nuevamente de los musulmanes. La vuelven a recuperar los templarios, pero pasará a manos de la Orden de Santiago cuando desaparece el Temple. De ahí que también se le conozca como Castillo de los Templarios.
En 1444, despoblada Bullas, pasa a pertenecer a la vecina Cehegín por decisión del maestre de los Santiaguistas. Comienza a volver a repoblarse a principios del siglo XVII, y consigue su independencia con la categoría de villa allá por 1689, exactamente el 19 de diciembre, por decreto real que firma Carlos II. Durante varios siglos de unas manos a otras y sin moverse de su sitio.
Un poco de todo ese pasado queda reflejado en su escudo:
que es de tipo español y un solo cuartel. En él y sobre un monte verde del que brotan varios manantiales, un castillo en su color con una gran puerta que encierra una Cruz de Santiago; sobre el castillo la leyenda BULLAS. Al timbre, una corona real cerrada.
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Y este es el escudo de Bullas. |